Una parafilia se define como una atracción sexual intensa y persistente hacia objetos, situaciones o individuos específicos que no son comúnmente considerados como estímulos sexuales. No es simplemente una preferencia o un gusto, sino una fuente de placer intenso para aquellos que la experimentan.
Si bien algunas parafilias son inofensivas, otras pueden tener un impacto negativo en la vida cotidiana de la persona que las experimenta. Esto se debe a que algunas parafilias sexuales pueden ser delictivas o causar daño a las personas involucradas, como la pedofilia, la zoofilia o el masoquismo sexual.
No todas las parafilias implican un deseo por lo prohibido, ilegal o doloroso. De hecho, hay personas que experimentan estas atracciones sexuales, pero son capaces de controlarlas y no actuar según ellas, a menudo con la ayuda de la terapia psicológica. A continuación, exploraremos algunas de las parafilias más comunes y menos conocidas.
- Androidismo. Quienes sienten esta parafilia experimentan atracción y deseo sexual por muñecos o robots con apariencia humana.
- Autonepiofilia. Se caracteriza por sentir excitación sexual al llevar pañales, ropa y accesorios de bebés, y ser tratado por la otra persona como a un niño pequeño.
- Capnolagnia. La capnolagnia apela a la atracción sexual por una persona fumadora o el placer sexual por el acto de fumar.
- Dacrifilia. En esta parafilia sexual se siente excitación por ver a otra persona llorar. A raíz de la misma, quienes la presentan pueden intentar causar dolor a otra persona para provocarle el llanto y excitarse de este modo, por lo que está estrechamente relacionada con el sadomasoquismo.
- Hifefilia. Consiste en sentir atracción por la posesión y el roce físico con una pertenencia ajena, como la ropa, el cabello o la piel de otra persona, preferiblemente si está relacionado con sus zonas genitales.
- Knismolagnia. Se trata de sentir excitación por dar o recibir cosquillas, sirviendo estas para alcanzar el orgasmo.
- Misofilia. En la misofilia, la persona siente atracción y excitación por el olor de otra persona, concretamente por sus secreciones corporales como el semen, el flujo vaginal, la sangre o el sudor. Esto engloba también las prendas de ropa sucia de otra persona, sobre todo su ropa interior.
- Urofilia. La urofilia consiste en sentir deseo por la orina de otra persona, ya sea entrar en contacto físico con esta, que otra persona te orine encima o incluso ingerir la orina de otra persona.