El año 2023 ha sido un año de avances científicos significativos, marcado por descubrimientos en inteligencia artificial, biotecnología, genética y salud, así como por la creciente amenaza del cambio climático. En este artículo, vamos a explorar estos descubrimientos y su impacto en nuestra sociedad y en nuestro futuro.
La Inteligencia Artificial Generativa: El Fenómeno Científico del Año
La inteligencia artificial generativa ha revolucionado la forma en que generamos y comunicamos el conocimiento científico. Modelos de lenguaje de gran tamaño como ChatGPT han demostrado ser herramientas poderosas para explorar nuevas ideas y aplicaciones. Estos modelos pueden generar texto coherente y relevante basado en una variedad de entradas, lo que los hace útiles en una amplia gama de campos, desde la generación de contenido hasta la investigación científica.
Este año, la Inteligencia Artificial (IA) ha demostrado su capacidad superando a los pilotos humanos más experimentados en competencias de drones, anticipándose a los incendios más grandes del planeta y mejorando ciertos aspectos de los modelos de predicción meteorológica sin la necesidad de aplicar ecuaciones. El área donde los avances son más prometedores es la salud. La IA ya se utiliza para mejorar diagnósticos, generar "gemelos digitales" de pacientes que permiten probar diferentes tratamientos, "detectar" el cáncer de la misma manera que lo hacen los perros e incluso para analizar grandes bases de datos de salud y demográficos en busca de patrones que permitan predecir la mortalidad.
Avances en Biotecnología, Genética y Salud
El año 2023 también ha sido testigo de hitos en biotecnología, genética y salud. La primera terapia CRISPR, que utiliza la tecnología de edición de genes para tratar enfermedades, ha sido aprobada y está en uso. Los primeros embriones sintéticos han sido creados, abriendo nuevas posibilidades para la investigación en desarrollo embrionario y fertilidad.
Las vacunas de ARN contra el cáncer están en desarrollo, prometiendo una nueva forma de tratar esta enfermedad devastadora. El análisis del ADN ambiental está proporcionando nuevas formas de monitorear y proteger nuestro medio ambiente. Y los científicos ahora pueden calcular el envejecimiento de cada órgano, lo que podría tener implicaciones significativas para nuestra comprensión de la salud y la enfermedad.
En el ámbito de la salud, un medicamento acaparó tantos titulares como el ChatGPT, en este caso, debido al deseo de perder peso de manera sencilla y sin esfuerzo. Nos referimos al conocido Ozempic, un fármaco originalmente destinado para el tratamiento de la diabetes tipo 2, pero cuyas existencias se agotaron debido al fervor por utilizarlo para combatir el exceso de peso.
Entre las investigaciones más curiosas e interesantes está la de César de la Fuente, que desde la Universidad de Pensilvania está analizando el genoma de animales extintos como los mamuts en busca de péptidos que sirvan para luchar contra las superbacterias.
En el campo de la neurociencia, uno de los hitos del año fue la identificación de más de 3.000 variedades de células cerebrales humanas en el marco de la iniciativa BRAIN, lo que nos permite entender mejor qué nos diferencia de otros primates. Además, se dio a conocer el caso de dos pacientes que, a pesar de no poder hablar, lograron comunicarse mediante implantes cerebrales y la ayuda de la inteligencia artificial, una tecnología que está presente en todas las áreas de la ciencia. Por otro lado, un grupo de neurocientíficos logró, por primera vez, recrear una canción a partir de las señales captadas por electrodos en el cerebro de voluntarios.
Asimismo, se logró estimular el hipocampo de manera no invasiva, un avance prometedor para el tratamiento del alzhéimer. También se desarrolló un sistema para insertar electrodos en el cerebro sin necesidad de abrir el cráneo y, además, se creó un sistema para inducir un estado de torpor, similar a la hibernación, mediante la estimulación con ultrasonidos.
En biología fue muy sonado el descubrimiento de una comunidad de chimpancés en la que las hembras tienen la menopausia (un rasgo que se creía exclusivo de las humanas y algunas especies de cetáceos como las orcas).
2023 ha visto un mayor reconocimiento y diversidad para las mujeres científicas. Cuatro mujeres han recibido el premio Nobel en distintas disciplinas, y se ha reivindicado el papel de Rosalind Franklin en el descubrimiento del ADN.
Conclusión
El año 2023 ha sido un año de descubrimientos y desafíos. A medida que avanzamos hacia 2024, es crucial que continuemos apoyando la ciencia y la innovación, y que abordemos los desafíos globales como el cambio climático.
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