El terraplanismo es la creencia de que la Tierra es plana en lugar de esférica. Aunque es un concepto arcaico refutado en la antigüedad, ha resurgido en la era moderna. Los terraplanistas argumentan que las imágenes de la Tierra desde el espacio son falsas y que las agencias espaciales, como la NASA, han manipulado la evidencia.
Los terraplanistas utilizan varios argumentos para refutar la idea de que la Tierra es esférica. Algunos de los argumentos más comunes incluyen:
- Observaciones cotidianas: Argumentan que en la vida diaria no percibimos la curvatura de la Tierra, como por ejemplo, que el horizonte siempre se eleva para alcanzar el nivel de los ojos, lo que según ellos sería imposible en un planeta esférico.
- Horizonte y curvatura: Argumentan que no hay una curvatura visible en el horizonte y que, según ellos, los pilotos de avión afirman que no se puede ver ninguna curvatura, lo que cuestiona la idea de una Tierra esférica.
- Nivelación de los mares: Sostienen que si la Tierra fuera un globo, la nivelación de los mares sería imposible, lo que según ellos es una observación que respalda la idea de una Tierra plana
- Imágenes y evidencia visual: Cuestionan la autenticidad de las imágenes de la Tierra desde el espacio, argumentando que no se ha visto nunca a la Tierra girando desde el espacio, lo que, según ellos, pone en duda la forma esférica de la Tierra.
- Teoría de la gravedad: Algunos terraplanistas cuestionan las explicaciones científicas sobre la gravedad, destacando observaciones de superficies de agua para respaldar su postura. Argumentan que la gravedad es una ilusión y que la sensación de peso que experimentamos se debe al constante movimiento hacia arriba de la Tierra plana, lo que empuja a los objetos hacia abajo.
El movimiento terraplanista tiene sus raíces en la antigüedad, pero experimentó un resurgimiento significativo a partir de la segunda mitad del siglo XIX. El escritor y panfletista inglés Samuel Rowbotham propuso la idea de que la Tierra era una superficie plana centrada en el polo norte, y aunque sus opiniones no tuvieron gran repercusión, fueron tomadas por algunos grupos religiosos estadounidenses. En 1956, Samuel Shenton revivió el movimiento bajo el nombre de "The Flat Earth Society", que en la actualidad lidera el movimiento terraplanista en todo el mundo. Sus seguidores sostienen que existe una conspiración para ocultar que la Tierra no es una esfera, y para respaldar su postura, celebran congresos y patrocinan hazañas extravagantes. Han llevado a cabo intentos para demostrar que la Tierra es plana, como el caso de Mike Hughes, un piloto de acrobacias que murió en 2020 en un intento fallido de demostrar la planitud de la Tierra mediante un cohete casero.
Los terraplanistas creen que la Tierra es un disco con un domo o cúpula que la cubre, y ven en esta estructura el diseño de Dios y consideran que podría ser evidencia de su existencia. Algunos argumentan que la creencia en esta cúpula es una forma de desafiar la visión secular y soulless de la realidad, sosteniendo que la idea de una Tierra plana y bajo un domo refleja una concepción más espiritual y significativa del universo.
El resurgimiento del terraplanismo en la era moderna ha sido impulsado en parte por la difusión de teorías de conspiración a través de plataformas en línea y redes sociales. El terraplanismo es una creencia controvertida que desafía la noción científica aceptada. Aunque la creencia en una Tierra plana ha sido refutada por la ciencia, el movimiento terraplanista ha ganado seguidores, desafiando las evidencias científicas ampliamente aceptadas.